Imágenes de Mandalas Zentangle art y cómo hacerlos

El Zentangle es un arte que viene proliferándose en todas partes. Si se busca un poco de la cuestión se verá vídeos tutoriales, libros, clases remuneradas de distintos profesores, fotos con gran cantidad de concurrentes y así sucesivamente. Aquí te vamos a contar no sólo de qué se trata, sino de cómo tienes que hacerlos en sucintos pasos y todo de manera básica. Porque siempre te traemos la mejor información, te presentamos imágenes de Zentangle Art ¡No te pierdas la nota!

Se ven lienzos con diseños intrincados e inmediatamente pensamos que es algo de origen hindú o budista. De hecho, los mandalas sí lo son: hablamos de esos complejos dibujos que existen esa relación escueta o estrecha entre el individuo y el cosmo, lo interno y lo externo, con simbología precisa que a veces el público que lo toma como un pasatiempo olvida ¿Pero el Zentangle Art? ¿Realmente es lo mismo? A continuación, sacaremos muchas dudas al respecto, además de enseñarte cómo debes hacerlo paso a paso.

¿Qué es el Zentangle Art?

Zentangle es una palabra construida a través de la conjunción de Zen, que significa meditación, y tangle, que es algo así como embrollo, enredo o algo por el estilo. Hablamos de un estilo de arte que se suscitó en Estados Unidos, hoy patentado por Rick Roberts y María Thomas, con una premisa muy simple: agarrar una hoja y dejarse llevar por una suerte de garabato complejo. Es realizar patrones que giran, que van y vuelven, que crean rizos y así relajar, luchar con la intuición, generar un clima de paz y meditación.

Es un error confundirlos con los mandalas, aunque ambas artes se pueden aupar una de otra. Incluso se podría decir que un mandala es más complejo, debido a que los patrones son más rigurosos y se necesita como fundamento ciertas medidas, divisiones y espacios (la nota anterior tiene un paso a paso, al respecto). Asimismo, los primeros refieren a la vida, a las peripecias de la existencia, con simbolismos muy exactos; los segundos no tiene nada que ver con ello, son más espontáneos e incluso ni siquiera se pueden decir que tengan centro. Ergo, se comienzan donde se quieren.

Rasgos del Zentangle

El Zentangle es una combinación de lo simple con lo complejo. Se empieza con un pequeño garabato, se hace más intricado luego, en el mismo fluir. Los diseños a veces llegan a dimensiones tan grandes que ocupan una hora entera, ya que el límite solo lo pone el artista, el hacedor de su obra. A continuación emplazamos algunos de los puntos centrales para entender este arte tan de moda no solo en Estados Unidos, sino en el resto del mundo.

Falta de instrucción: El Zentangle es un arte que no necesita de gente excesivamente capacitada. Naturalmente que asiduos al dibujo podrán realizarlos con facilidad, pero no es coto reservado para ellos. Entonces cualquier persona, en la simplicidad de la hoja, con un lápiz y una fibra delgada o gruesa negra, podrá efectuar dibujos hermosos. El tiempo, por otro lado, es relativo: puedes tardar una hora y media o mucho más, de acuerdo a lo complejo de tu producto. Asimismo, si bien no es tan normal, puedes agregar color posteriormente una vez que el diseño quede impoluto y claro.

Orientación: Cuando efectuamos un mandala es innegable que tiene orientación o, por lo menos, un centro con periferias simétricas. De hecho, al analizarlos, no se los puede considerar tan libres porque realmente los patrones son importantes. Un Zentangle, en ese sentido, da lugar a un poco más de juego, ya que si bien hay simetrías, no hay orientación: no hay centro y uno puede prolongar su dibujo donde quiera.

No se forma nada: Otra premisa de este arte flamante es que no forma absolutamente nada. Los mandalas suelen tener formas similares en su fundamento o base, de ahí que en los primeros pasos se necesiten medidas, reglas y puntos precisos. Eso no existe en un Zentangle que puede tener la forma que quiera: pueden ser osos, perros, peces, árboles, mandalas o cualquier cosa informe o poco precisa.

Funcionalidad: Cuando utilizamos esta palabra nos referimos a algo muy diáfano: lo puedes trasladar a cualquier sitio, lo dejas en suspenso y luego retomas sin dificultad alguna. Hay diseños que no permiten ello; sabemos que una ruptura en su realización puede ser la pérdida de la inspiración y con ello se pone en riesgo todo. Aquí no: si no recuerdas el patrón seguido poco importa, ya que de todos modos se modifica sin cesar.

Poca planificación: Muchos escritores suelen decir que para comenzar una línea tienen que tener una buena parte del producto acabado por lo menos sen su mente; saber hacia dónde se dirigen. Con el Zentangle eso no es para nada indispensable: tú comienzas y que las ganas te lleven a cualquier lado, ya que siempre terminando quedando bellos los diseños cumpliendo unas breves directivas.

No es un garabateo: Si bien a nuestro modo de juzgar el Zentangle es más fresco y libre que un mandala, no deja de ser un trabajo con patrones, continuidades y ciertas rigurosidades. El garabateo es distinto, ya que sirve para pasar el tiempo, por más bello que sea. Aquí hay reglas que cumplir, aunque eso no obture sus grandes cometidos: relajarse, dejarse llevar por lo intuitivo y hasta meditar con el dibujo.

Es una celebración: En esa delgada línea entre un dibujo demasiado estructurado (que puede incluso frustrar si no sale como anhelamos), el Zentangle se acerca más del lado de lo libre, de una celebración de felicidad porque el dibujar nos entretiene, nos ayuda a cambiar energías, olvidar problemas y perderse en una actividad más que sosegada. Así que nunca podemos perder eso de vista, haciendo de lado todo contenido mistérico o religioso, ya que es un arte bastante laico.

Una advertencia: Ya lo dijimos, pero es bueno repetirlo: el Zentangle no es un arte que sí o sí devenga en mandalas. Puede que sí, pero va más allá de ello. De ahí que en este posteo te mostremos algunos diseños mandálicos y otros (junto a su explicación) que no siguen esas directrices.

¿Cómo se realiza un diseño en Zentangle?

Enfrentarse a la hoja: El primero paso para realizar un Zentangle es enfrentarse a la misma hoja. Ésta en lo posible que sea blanca y del tamaño que desees. Luego necesitas un lápiz o si te sientes muy seguro una microfibra. En caso de ser un poco neófito en el arte siempre conviene lo primero y en lo posible hacer trazos finos, ya que borrarás mucho. Aquí es donde se hace la distinción entre un diseño realmente libre o uno mandálico: el primero comienza en libertad; el segundo necesita de reglas y puntos diversos en la hoja que ya hemos explicado en la nota pasada y aquí dejamos de lado.

Comienza con los primeros trazos: En cualquier zona de la hoja inicia con esos primeros trazos que poco a poco se vuelven embrollados. Te conviene seguir un patrón y luego cambiarlo cuando lo desees. Se necesita, sobre todo para estos primeros pasos, mucha concentración y estar en un clima silencioso, relajado. No se pueden efectuar un Zentangle con teléfonos o constantes interrupciones.

Utiliza los bordes: Es un método muy sencillo para respetar patrones y sin embargo no tener que efectuar el proceso bajo una rigurosidad excesiva. Siempre realiza los bordes amplios y comienza el diseño adentro. Incluso esos bordes pueden seguir las mismas formas de lo que se hace adentro, solo que te sirven para diferenciar de otros patrones o estilos que añadirás. Recuerda que un Zentangle es un agregado, sobre agregado, siempre en constante transformación.

No tienen que ser líneas perfectas: Sea en forma de mandala o lo que sea, el Zentangle no está hecho de líneas perfectas. Quizás mirando un producto a vuelo de pájaro y rápidamente te dan la sensación de que es imperativo ser preciso; pero no es realmente así: de cerca verás irregularidades que luego puedes solapar con simplemente pasar la fibra nuevamente.

La abstracción es importante: Dibuja un hilo que enredas o una línea que forman pétalos que se añaden uno sobre otro. Asimismo, puedes mixturar un estilo mandálico dentro de un diseño más grande con formas totalmente diversas. Cualquier hilo o primer trazo es importante. En la web está lleno de estilos diferentes para que escojas. Recuerdo que los enredos son puntos, círculos, garabatos, óvalos o lo que quieras.

Realiza sombreados: Una vez que elijas tus enredos o sus combinaciones a partir de trazos simples, puedes pasar microfibra al lápiz y profundizar. A veces generando efecto de sombrado le damos una calidad y un realismo a la obra que francamente queda hermoso. Asimismo, si ya usaste fibras, puedes añadir encima una de trazo más grueso o la misma. Cuando trabaja con estás, recuerda que siempre debes esperar un espacio de tiempo para que se seque. Pasar sin tener en cuenta premisa la mano puede generar un desastre.

Concentración: El Zentangle es una ceremonia, por ende, ten cuidado de repetir correctamente cuando lo decidas ese enredo o patrón de complejidad. Si cometes un error, lo olvidas, ya que lo importante es el simple fluir. Una vez terminado el diseño, podrás analizar si esas equivocaciones se subsanan o no. Por lo general, no se ven ante diseños complejos.

Sigue hasta terminar: Suena tonto, aunque no lo es. Como el dibujar aquí es un devenir o fluir, no debes parar. Elige concienzudamente cada patrón y tú mismo te darás cuenta cuando todo está realizado. Son decisiones que se dan espontáneamente. Luego puedes emprolijar e incluso encuadrarlo.

Cuidado con los colores: Sea que utilices al principio una hoja de color o que lo llenes de tonalidades llamativas luego, eso rompe con la idea del Zentangle. Acá no aseveramos que no quede bello, sino que justamente la ortodoxia del arte anuncia que solo es un juego de blancos y negros. De todos modos, tú decides.

 

El Zentangle es un arte que en la actualidad está teniendo mucha raigambre en el mundo y que tiene como público predilecto a las mujeres (un 90 por ciento, para ser exactos). Si la realidad cada vez demanda más estudios, preparación, responsabilidades y preocupaciones, es lógico que necesitemos un momento de remanso para efectuar lo que anhelamos. Aquí te damos el ejemplo de una actividad que concentra, pero que en ese llamar la atención distrae, relaja, hace olvidar de todo lo terrenal y, sobre todo, da felicidad.

Si bien no son garabatos y ya hemos explicado todo, es necesario recalcar que más allá de esa rigurosidad la persona se sentirá mejor y eso también no solo en sí mismo es valioso: los entuertos que siguen existiendo serán mejor solucionados. Hasta ahí llega la bonanza del Zentangle.

Esperamos como siempre, querido lector, que el material sea de tu agrado.

 

 

 

 

 

 

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